El Evangelio Según Jesucristo
No creo en Dios. Empero, algo ha ido sucediendo en mi vida que me hace pensar que esto de la deidad, puede que no sea tanta patraña. Einstein era un creedor. No por eso demerita su obra científica. Yo he estado obsesionado con el hecho de que un científico no puede, no debe dejarse llevar por la explicación fácil que ofrece la fe religiosa: ¿Por qué suceden las cosas? Porque a Dios se le pega la gana. Siempre he pensado que sería el hazmereir de la comunidad científica si volcara sinceramente mis sentimientos más profundos a la albanza del Señor Dios Todopoderoso. Entre eso y que no creo ni una rebanada de lo que vende la Santa (lease meretriz) Iglesia me catalogo como un no creedor. Un ateo. Agnóstico. No se exactamente cuál, pero uno de esos.
Pero ha pasado algo, sin embargo, les digo y es que la palabra del Señor me ha llegado en la forma más inesperada no a mis ojos, sino a la parte medular de mi entendimiento, si se me permite decir que tengo uno y no de las Santas Escrituras, ni del Catecismo con la Miss Güera, ni de los sermones del Aris, el narcopadre de mi rancho. Me ha llegado en la forma del Evangelio Según Jesucristo escrita por el apostol Portugués José Saramago. No le creo a Mateo. No le creo Juan. No le creo a Lucas (aunque en esa otra peli que lanzo, la de Médico de cuerpos y almas, sí se aventó). No le creo a Marcos. Ninguno de ellos cumplió conmigo la misión de extender el ministerio sanador de Jesucristo (y sea de paso el ministerio sangrador de la iglesia). Pero donde estos zonzos fracasaron, Saramago tuvo éxito. Si Jesús mismo estuvo contrariado al darse cuenta de que Dios era su padre y que la simiente de Dios Padre estuvo mezclada con la de José el carpintero, supongo que es normal que otro zonzo más zonzo como yo dude. Por lo visto para el tal Dios es normal que la gente dude de el. Precisamente para eso mandó a su hijo para acá y montó ese show Holliwoodense de la crucifixión y los milagros que si del vino para todos, que si expulsar a Legión, que si con un bizcochito le da de comer a 15,000 hombres y mujeres. Precisamente para que la gente que dudaba ahora crea, a través de este aparato mercadotécnico llamado cristianismo.
Y bien, Saramago me dijo, en los términos que yo necesitaba, con toda esa soberbia que mi irritante carrera de científico, médico loco que me cargo, que Dios existe y que debo estar atento a las señales que me envía. Porque puede que yo no sea como el Güero Chuy, pero quien quita y Dios tiene algún plan verdaderamente para mi. A lo mejor Dios sí espera algo de mi (Pero por favor, que quede claro, que ni el papa, ni Mateo ni Juan, sino quizás Dios mismo a través de Saramago, es el que me ha hecho entender esto). ¿Y qué es lo que ese Dios de los judios que resulta que quizo internacionalizarse y por eso usó a su hijo como carne de cañón quiere de mi? No lo se. Es dificil ser hombre e intentar saber qué es lo que Dios quiere de uno. Pero usaré mi intuición...igual que el Güero Chuy la usó. Lo que mi intuición y mi sexo sin sentido (sexto sentido pues´n) me dicen es que ahí la llevo. Que sí, que está bien, que sea doctor. Que seré un buen doctor. Que sí, que Dios espera que pase los steps y me haga cirujano de chompas, que algún paciente me va a llegar que necesito operar para ponerlo bueno, para ponerlo al tiro. Dios quiere que esté allí para cuando esa persona ocupe la craneotomía voladora que le extirpe la enfermedá...que ahí voy bien, buen camino, que será mejor si me hago doble doctor y aprendo a aprender al estilo de los PhDs...que será difícil y que pasaré hambres y desvelos, pero que servirá para cumplir mi misión. Hoy a 4 días de tomar mi examen de grado y defender una serie de experimentos para probar si es posible evitar la neurodegeneración, siento que Dios me ha hecho llegar el recado, de que ahí la llevo. Me lo mandó decir con su apostol Saramago...Y más curiosamente...el evangelio de San Saramago llegó a mi a través de un personaje que al parecer ocupa un lugar central en mi vida...y no es que lo sepa con certeza, pero ahora que he empezado a hacerle caso a la intuición parace que Dios puso ahí a esa persona para que yo entendiera de razón de una vez por todas, que él si existe, que no le soy indiferente y que ahí la llevo...que la campechanee, pero que no le haga al chafirete y me ponga las pilas, que igual y como no soy un Jesús, a mi no me va a tocar la gloria eterna ni me venerarán por los siglos de los siglos, pero pos supongo que gano mucho: tener una existencia con sentido. Y vaya que eso ya es bastante. Ya no irme al cielo, tan solo eso...saber que la vida tiene un sentido. Así que gracias Dios, gracias Saramago y gracias María Eva.
Rojas el que escribe.
PD. ...Iba a decir que como yo con Dios y el güero chuy estoy chido, la iglesia se la podía arrancar y pegársela en la frente...pero supongo que Dios espera que sea como todos los demás hombres: que le haga al cuento y siga la Ley Cristiana y me de golpes de pecho a mediamisa. Ta bueno. Si eso le hace feliz, hágase su voluntá.
2 Comments:
Se me esta haciendo adictivo poner comentarios, ya no lo hare tanto despues de que te diga esto:
el hecho de preguntarse si uno crea en Dios, el hecho de buscar sentido en la vida y intentar buscar la fe, el hecho de dudar en la fe que tiene uno y luchar para obtenerla- da sentido en la vida. Solo el hecho de contemplar la vida y buscar un sentido de la vida, da un sentido en la vida... porque la gente que hace eso, lo encuentra.
p.s- lo anterior fue escrito por maria evita!
xoxo
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