Paracaidismo
El fin pasado tuve un sábado en las alturas. A las 10:30 de la mañana llegamos a un lugarito en las afueras de San Marcos y nos dispusimos a la aventura. Uno batos a los que les padroteo unas hermanas y yo nos fuimos a aventarnos de un avión en paracaidas. Es algo que siempre había querido hacer y por fin lo hice. Lo volvería a hacer. La parte más ájala baraja fue sentir el aire en la caida libre, a 200 kilómetros por hora...No recuerdo ninguna experiencia que se compara a esa sensación. El salto fue muy seguro y divertido...la adrenalina impregnó cada fibra del cuerpo.
Estuvo muy chido.
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