La responsabilidad profesional del médico

“El médico no debe descalificarse en la difícil tarea de intervenir en el diseño del camino que tomará la atención médica en el futuro cercano. Sin médicos no hay medicina, y los médicos insatisfechos de su profesión practican una medicina deficiente...aunque habiendo exceso regional de médicos, algunos podrían estar dispuestos a traicionar lealtades y principios éticos con tal de no caerse del vagón del mercado de trabajo, o en su defecto para asegurarse una fracción más grande del mismo. Si por un lado el incentivo de las HMO [organizaciones de administración de servicios integrales de salud] es dar menos por lo que ya se cobró, en tanto que en la medicina de pago por servicios (i.e. privada) el incentivo es dar más de lo estrictamente necesario para incrementar lo que se va a cobrar...y ambas tienen lamentablemente su cruel lógica; el objetivo sabio debiera ser cancelar o al menos traer estas dos desafortunadas (pero parece que humanamente inevitables) tendencias a un justo medio...eso sólo los médicos lo podrán lograr...aunque para ello tendrán que cambiar ciertas prácticas vigentes y ejercer un autocontrol más riguroso de su profesión (i.e. medicina innecesaria, introducción desaforada de lo tecnológicamente nuevo, su misión acrítica a modas farmacéuticas, etc.) De que las nuevas versiones (HMO), inicialmente bienvenidas por muchos, han mostrado ya sus deficiencias, no cabe duda. Los médicos proletarizados y burocratizados por una parte y los pacientes descubriendo en forma creciente que están siendo manipulados –por decirlo graciosamente- ya han comenzado a desertar de estos sistemas en su país de origen (Estados Unidos). Así, sus promotores están buscando nuevos territorios (i.e. Chile, México, etc.)...No tengo nada contra el noble oficio de la albañilería, pero, en medicina, los médicos no pueden, no deben pasar de arquitectos a albañiles de obras. Médicos y pacientes saldrían perjudicados. La educación ética de los médicos, función primordial de las facultades de medicina, constituye la mejor garantía para que esto no ocurra. Los médicos insuficientemente preparados en la dimensión ética y los médicos profesionalmente frustrados y burocratizados por presiones del mercado son desafortunadamente un abono silencioso para las HMO...Es oportuno recordar que nuestro caduceo no alado no es el de dos (Mercurio, comercio) sino el de una sola serpiente (Coluber longisima) (Esculapio, medicina). Por descarada franqueza, por sutil ironía o simplemente por crasa incultura de los diseñadores gráficos, proliferan ya los caduceos de dos serpientes en la simbología de algunas instituciones dedicadas a la salud. Ojalá que no sea un mal augurio.”