Juraménto hipocrático: las dos versiones
Aquí les comparto el juramento hipocrático que tanto nos pasamos por el arco del triunfo todos los días muchos de los que nos decimos dotores. Nótese que aunque el palabrerío cambia, la idea es la mera misma. No se pandeen. Es realmente inspirador.
SIGLO V a.C., Grecia
Juro por Apolo, el médico, por Esculapio, Higeia y Panacea, y tomo de testigos a todos los Dioses y Diosas, cumplir, de acuerdo a mi habilidad y juicio, el siguiente juramento:
Considerar amado y como mi padre a aquel que me enseñe este arte; vivir bajo su techo y, si es necesario, compartir mis pertenencias con él; mirar a sus hijos como mis hermanos y enseñarles este arte, si así lo desean, sin retribución o compromiso; impartir a mis hijos, a los hijos de mi maestro y a los discípulos que hayan aceptado los lineamientos de la profesión y sólo a ellos, los preceptos y la instrucción. Prescribiré el régimen por el bien de mis pacientes de acuerdo a mi habilidad y juicio y nunca haré daño a nadie. Nunca prescribiré una medicina mortal ni daré un consejo que pueda causar la muerte de quien le solicitase. No pondré a disposición de ninguna mujer un instrumento para procurar el aborto. Preservaré la pureza de mi vida y mi arte. Nunca operaré, aun a aquellos en los que la enfermedad es manifiesta; dejaré esta tarea para los especialistas en este arte. En cada hogar al que arribe, entraré sólo por el bien de mis pacientes, manteniendo mi persona alejada de cualquier intención injuriosa o seductora y especialmente de los placeres del amor con mujeres y hombres, sean ellos libres o esclavos. Todo aquello que sea de mi conocimiento durante el ejercicio de mi profesión o fuera de mi profesión o diariamente, en el comercio con los hombres, que no deba ser propalado, será mantenido por mí en secreto y nunca lo revelaré. Si cumplo fervientemente este juramento, que disfrute mi vida y practique mi arte, respetado por los hombres de todos los tiempos; pero si me aparto de él, que suceda lo contrario.
1990 ALGÚN LUGAR DEL PLANETA
Juro solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad. Tendré respeto y gratitud por mis maestros. Practicaré la medicina con conciencia y dignidad. La salud y vida de mi paciente será mi prioridad.
Será confidencial todo lo que mi paciente me refiera. Mantendré el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica.
Mis colegas serán como mi familia. No permitiré consideraciones de raza, religión, nacionalidad, partidos políticos o status social que interfieran entre mi obligación y mi paciente. Mantendré un respeto profundo por la vida humana.
Aun bajo amenaza, no usaré mi conocimiento en contra de las leyes de la humanidad. Estas promesas las hago libremente y bajo mi honor.
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